Mientras otros hacen; patear la pelota para adelante.
Chile preocupa que se siga demorando la licitación
del Puerto Exterior de San Antonio, – hace años no logra
superar las habilitaciones ambientales-; y según el nuevo
ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, es prioridad
absoluta para evitar los cuellos de botella en la logística
de comercio exterior de ese país.
Algunos operadores, no todos, plantean, que la razón
clave para apurar las inversiones en dicho proyecto, es
que le dará mayor escala a las navieras, y así evitar que
Chile termine siendo feeder de Perú en el Pacífico, que a
su vez amplía Callao y que además tiene el megaproyecto
de Cosco en Chancay al norte de Lima, y que cuenta con
amplios espacios de desarrollo – parece que allí el tema
del medio ambiente no preocupa tanto-.
Pues bien, en Argentina aún no se define lo que se va a
hacer con la operación de contenedores en el futuro en
cuanto a los puertos que reciben a los buques oceánicos
más grandes.
Teniendo en cuenta la prórroga hasta el 2024 de los 3
concesionarios de Puerto Nuevo – uno de ellos terminó
sin clientes dado su disputa legal con AGP-; la idea
de licitar los espacios para una gran terminal está
descartada por las actuales autoridades y se piensa en
dos operadores.
De todos modos, desde hace más de dos años el ritmo
de decisiones está limitado por “los inciertos tiempos
políticos”.
Precisamente, el ministro de Transportes chileno decía
que hay formas de lidiar con el fin de las concesiones
consiguiendo inversiones a través de reducción de
los cargos que pagan las terminales, sin necesidad de
“extenderlas”.
En el caso argentino, resulta inédita la situación
de renovar concesiones que vienen de 25 años;
especialmente al ser generadas en otro contexto y con
una administración que no cree en la gobernanza que se
armó a partir de la Ley Nacional de Puertos de los ´90.
Así se complica todo. Cómo sucede en muchas partes
del mundo, a medida en que se terminan las concesiones,
las inversiones son menores, y más con la incertidumbre
local y el volumen del comercio exterior de contenedores
que no levanta desde hace muchos años – números
patéticos- gracias, entre otras cosas, a las políticas
restrictivas al comercio exterior, tanto penalizando la
exportación como la importación y que no generan
incentivo en las empresas para pelear mercados.
Mientras las autoridades políticas no se deciden, las
realidades, gracias a la globalización en los tráficos
navieros, son distintas respecto a otros años: menos
frecuencias, menos líneas y buques más grandes:
desde hace tiempo en el mundo de los contenedores
se encuentra un mercado concentrado e integrado
verticalmente donde algunas navieras globales pasan a
tener un peso enorme en la toma de decisiones de una
autoridad portuaria. La naviera tiene su terminal: En qué
medida una autoridad portuaria tiene las manos libres
para definir en competencia?. No será mejor tener socios
estratégicos que garanticen que los buques seguirán
llegando?
Pero en la confusión argentina la política hace su
juego y fuerzas encontradas paralizan hace años todo
avance: seguir con Puerto Nuevo o emprendimientos
inmobiliarios?; agrandar Dock Sud, La Plata, un futuro
en Punta Indio?. Porqué no un poco de todo?. No hay
volumen….
En particular, esta indefinición en Puerto Nuevo, por
“razones políticas”, lleva a seguir pateando la pelota
para adelante. Así queda pensar en una nueva licitación
con concesiones a 10 años, pero con esto no se pueden
esperar fuertes inversiones. Pero al mismo tiempo como
se reciben los buques más grandes?. Por otro lado; le
darán el visto bueno a Dock Sud para que amplíe su
capacidad?.
A este ritmo, se asiste como si nada al crecimiento de los
puertos vecinos, por poco que hagan. Pero si de este lado
no se hace nada…La alternativa de salir por Montevideo –
aunque con sus idas y vueltas- Brasil o el Pacífico para las
cargas alejadas de Buenos Aires.
Al mismo tiempo, qué pasará con el dragado?. Para qué
megapuerto a 45 pies si el canal de acceso está a 35?.
Será que a este ritmo por Argentina se verán más buques
Feeders más chicos?. “Qué tendrá de malo”, pensará
alguno…..Mientras no se sale de lo básico; en otras
partes, con otras cabezas, se trabaja en aprovechar
nuevas herramientas digitales como el internet físico en
los puertos como elemento de eficiencia, transparencia
y sustentabilidad. La digitalización es una herramienta
– aunque cuidado porque a veces hay mucho marketing
ofreciendo más soluciones que problemas a resolver-.
Por ahora, a los gobiernos de estos lares la logística
del comercio exterior les importa poco; salvo cazar la
renta de los productores y exportadores de granos por
supuesto. Más ahora, donde a esa gente hay que sacarle
la mayor parte de su “renta impensada”.