Guelar: contexto global impredecible; pero la tradición norteamericana de controles y contrapesos prevalecerá

Para analizar como pega la revolución Trump en las relaciones internacionales, dialogamos con Diego Guelar. Su análisis tiene que ver con su experiencia como dos veces embajador en EE.UU. También vivió allí en sus años de estudiante y conoce muy bien el otro extremo: fue embajador en China. La visión ante una actualidad apasionante, pero que anuncia peligros serios en la geopolítica global.

Megatrade: Cómo se manejan las relaciones comerciales internacionales y la diplomacia con este nuevo contexto de disrupción que se da desde EE.UU.; una potencia mundial que marca hoy, quizá frenéticamente, el rumbo global..

Diego Guelar. Trump está corrido por dos datos: la biología, ya que es un hombre muy mayor, y su mandato que efectivamente son dos años. ¿Por qué?. Porque como no tiene la perspectiva de un presidente que normalmente en este momento tendría ocho años para gobernar, Trump no puede ir a un tercer período. Entonces en la segunda mitad de su período ya se esta viendo quien lo sucede.

M: Quizá busque como seguir allí en el poder de alguna manera…

DG: Creo que no, viví en EE.UU. y por la historia de ese país; no creo que pueda acceder a otra presidencia. El podrá tener ese objetivo como sueño y creer que es el presidente más importante de la historia en EE.UU., pero tenemos desde Washington a Roosevelt, pasando por el mismo republicano Reagan. No ha inventado la cuadratura del círculo. Son 250 años de continuidad de una política.

M: Si tiene dos años de “tiempo efectivo”; parece estar acelerando las decisiones, al menos en política internacional. Esta dejando a todo el mundo sorprendido y mal parado y generando un contexto con más incertidumbre de la que ya se tenía. Se trata de un nuevo tiempo?…

DG: Y… en la práctica, está generando más incertidumbre…y con muchas de sus decisiones el único beneficiario es China. Porque le está dedicando un enorme esfuerzo a romper el entramado internacional que conduce a Estados Unidos desde 1945 con la doctrina Truman. Truman que fue un gran presidente, - aunque hoy muy asociado a las dos bombas atómicas sobre Japón- fue un mandatario fundamental y su doctrina planteó el esquema de la Guerra Fría con la Unión Soviética. Entre otras cosas, fue el primero que desarrolló el plan Marshall, con el objetivo de fortalecer Europa porque Stalin venía avanzando comiéndose media Europa. Sin esto, no sé qué hubiera pasado. Si pensamos en términos históricos, Truman era demócrata y después estuvo Eisenhower, Nixon, Reagan; los dos Bush todos republicanos y del lado demócrata Kennedy, Johnson, Clinton, Obama. Todas esas presidencias se caracterizaron por la continuidad. Este es el dato que para mí es el mayor símbolo de los Estados Unidos. En materia de fuerza militar, a veces le fue bien, a veces mal. Pero más que el poder militar, la esencia de un EE.UU. exitoso está en el sistema de checks and balances  -controles y contrapesos-. Esto, más allá de que Trump por lo que se ve, no cree en eso.

No es cierto que Trump sea proteccionista. Su esquema es ejercer una versión imperial que por primera vez se quiere ejercer en EE.UU., y que no es el de la Pax americana de Reagan cuando derrotó a la Unión Soviética. De hecho, la peor ofensa que se le podía hacer a dirigente político o a intelectual en EE.UU., era hablar del Imperio norteamericano. “Somos una gran Nación, sin la concepción imperial que tuvo España o Inglaterra”, te dicen. De hecho EE.UU. nunca tuvo un “Ministerio de Colonias”. Esto no lo digo yo, sino que está totalmente fundamentado por historiadores y pensadores americanos del primer nivel.

M: Pero hoy estamos en esta situación, donde no se sabe si estamos ante un “verano” de un par de años o una continuidad que mueve las estructuras de las relaciones internacionales.

DG: Recuerdo cuando se decía que después de la pandemia iba a cambiar el mundo.

M: Hubo gurúes que decían que después de la pandemia iba a cambiar el ser humano para bien y vendieron muchos libros.

DG: Pero el mundo cambia siempre, por supuesto. Pensar que estamos sentados quietos frente a una mesa donde no se mueve nada y la tierra va girando a 1600 km/h alrededor de su eje y a 106.000 km alrededor del sol. La propia dimensión del movimiento hace que estemos en cambio permanente, geológico, personal, biológico, genético y por supuesto, cambios en las reglas. Los cambios se dan por segundos. Después aparecen fotografías del cambio. Por ejemplo, hace 30 años que tenemos inteligencia artificial, sino que es Google?. Claro que ahora estamos en la era de la supercomputadora con muchos más datos. Hoy está probado que el Apolo 13, el famoso cohete que tuvo que retornar antes de llegar a la Luna con los astronautas que casi mueren, y la misma NASA, en los ’70; tenía mucha menos tecnología que la que hay hoy en un celular. El cambio es una constante, es una característica de la vida.

M: También vemos que los que gobiernan van en direcciones opuestas a lo que se venía dando en ese “consenso global” que de alguna manera generaron instituciones mundiales que hoy se ven denostados….

DG: Cuando fui embajador en la Unión Europea, allí estaban Margaret Thatcher en Inglaterra, Helmut Kohl en Alemania, François Mitterrand en Francia, Felipe González en España, Julio Andreotti en Italia y Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea, era una maravilla. Hoy lo que tiene como característica la política internacional es una crisis de dirigentes. Ese sí es un dato muy importante. Trump es parte eso. Esto hace dos años no lo hubiéramos pensando cuando había dos pilares en la UE, Angela Merkel y Emmanuel Macron. Hoy las cosas son muy distintas...

M: Tenes la ONU, la OMC, acuerdos regionales... Se viene el fin de una era?. Hay que dejar de lado la carrera diplomática?

DG: Es verdad, hay una incertidumbre total y una falta de reglas. Pero el mundo de las reglas es central. Lo que se construyó desde Truman en adelante hoy está destruido y va a haber más destrucción. Pero alguien lo va a tener que reconstruir.

Si me decís si esto va a durar mucho, creo que no. La historia de la nueva derecha respecto a que hay una conspiración comunista, pedófila y abortista no corre, porque no es verdad. La gran campaña contra el comunismo fue la del siglo XX, donde tuvo su dimensión histórica: Estados Unidos contra la Unión Soviética. No creo que avancen otras ideas más estrambóticas de Trump como las de Sudáfrica y lo que hay que hacer con Gaza.

M: Claro, pero nadie se le anima al discurso “disruptivo”

DG: No, nadie se le anima porque el elefante, por tamaño, se sienta donde quiere. Todo el mundo se calla, incluyendo los chinos, que no hablan nunca. Hay que ver lo que están sufriendo los mexicanos o los canadienses, Canadá es miembro del G7, está entre los países de mayor calidad de vida del mundo, y es señalado por Trump como “el estado 51”. Es triste.

M: Cuál es el papel de Musk en todo esto….

DG: No se cuál es el verdadero papel de Musk. No sabes si es el mediador o el caballo de Troya de China o de Washington. Hay que recordar que es el mayor socio privado del Partido Comunista Chino. Nunca critica a China que le subsidia 50% al costo de la producción de los Tesla, y es el país que representa 40% de los Tesla que vende en el mundo.

Ya veremos. El tiempo demuestra todo. El tiempo no falla.

M: En qué posición estratégica esta o debiera estar la Argentina y la región en esta encrucijada. El gobierno argentino sostiene los excelentes números en materia de macro economía y en la desregulación. Es suficiente aval para negociar un acuerdo de comercio con EE.UU.?

DG: Aún falta ver qué pasará con los aranceles al acero y al aluminio.

La alianza con Trump puede ser un sueño. Entonces creo que primero hay que apurar el acuerdo con el FMI que eso es lo que "vamos a cobrar al contado". El préstamo no lo da sólo Estados Unidos, sino 187 países. Ojalá que sirva esta relación para compensar las resistencias de Japón y de los europeos. No alcanza con el autógrafo de Stallone. Ahora, si tenemos ese acuerdo y quizá podemos sacar el Cepo, bienvenido sea… Comercialmente no veo nada. Porque las inversiones dependen de que nosotros hagamos las cosas que tenemos que hacer, no depende de otros. El propio Elon Musk habla de invertir en la Argentina, y si no me equivoco todavía no compró un “dos ambientes” a reciclar en Palermo Viejo. Quizá lo está analizando.

Nuestra realidad geopolítica es la consolidación del Cono Sur de América, el lugar donde estamos. Es decir, la relación con Chile – entre otras cosas para proyectarnos al Pacífico- con Paraguay, con Uruguay, con Bolivia, con Brasil. Es decir, la proyección sudamericana, sud atlántica y antártica. Esa es nuestra geopolítica. Es una dimensión enorme.

Es necesario advertir que a los muy importantes aciertos en la economía de este gobierno; hay que agregarle la pata institucional, la gente te tiene que creer. Y allí la pregunta de las empresas que quieren invertir y hacer negocios con la Argentina, va más allá del si o no al cepo. Preguntan qué viene en la Argentina después de Milei. Lo que importa -como sucede en países como EE.UU.- es la continuidad.

M: Pero EE.UU. también muestra vaivenes políticos e incertidumbre, pero es EE.UU…

DG: Cuál es mi respuesta ante la pregunta sobre qué va a hacer de Estados Unidos en 20 años: Una gran Nación. Insisto. Admiro profundamente el sistema de check and balances de EE.UU. y creo que no lo va a romper. Más allá de que Trump pueda hacer una gran exhibición que ese es su objetivo. Por ejemplo, es posible que crea que en dos años va a tener el 66% de los votos en las dos cámaras para hacerse aprobar una enmienda y así romper el límite de los dos mandatos. Ese es lo que sueña. Es su proyecto personal, pero no creo que lo logre. En principio es posible que tenga pronunciamientos en contra de la Corte que es conservadora. Estaríamos en una etapa mucho más peligrosa si se da ese salto, como avanzar sobre el tema de que los hijos de los inmigrantes nacidos en Estados Unidos no tienen derecho a la ciudadanía americana. Sería como la señal de la corte del año '30 en Argentina que justificó el golpe de Estado. Lo pagamos 50 años.

Ya había sido una disrupción clave cuando Nixon reclamó que los actos de la presidencia no eran judiciales, cuando lo acusaron que había ordenado poner los micrófonos en el edificio Watergate. Hoy es doctrina. Pasaron cosas en estos años, pero aún no se da un salto al abismo, creo que no va a pasar. Es una opinión porque conozco a los liberales y demócratas de EE.UU.

Reconozco que la foto muestra algunas cosas horrorosas. Las dudas que planteas también las tengo. Pero EE.UU. tiene raíces fuertes y admirables. Hay una historia detrás que se respeta, y una fuerza que sigue en la vida cotidiana. No puede ser que esa energía y esa complejidad de 250 años, se tiren por la borda. Es verdad; tuvieron una guerra civil y la superaron, pero tardaron 100 años más – en 1968- en llegar a la Ley de Derechos Civiles. Porque lo que se consagró luego de la guerra civil fue en realidad una suerte de Apartheid.

M: Llama la atención cómo cambió la situación respecto al conflicto con Ucrania. Quizá consiga una paz contenida.

DG: Tengo la percepción de que el acuerdo ya está armado. Por el cese de hostilidades de Rusia, las dos zonas de Ucrania más importantes del conflicto, se las va a quedar Putin, como hizo con Crimea. Menos territorio para Ucrania que no podrá ingresar a la OTAN. Esto implicaría que Putin gana. Por eso Europa tiembla.

M: Cómo puede ser que los socios en la OTAN como EE.UU. y Europa estén distanciados. Putin aparece ahora cono un héroe…

DG: Esto es un drama, estamos en una foto similar a la década del '30 del siglo pasado en Europa. Obviamente, en ese momento vos tenías comunismo y nazismo, yo creo que no están ni el uno ni el otro, pero la gravedad es equivalente. Entonces, es obvio que hoy son todas preguntas y mis opiniones tienen que ver más con un acto de fe y tomando datos que computo a partir de mi larga experiencia

M: La política de EE.UU. ha sido respaldada por su gente

DG: Estados Unidos está bien en su economía. Viene de bajar de 9 al 2,7% la inflación anual y está creando más de 220 000 empleos por mes. Está creciendo y su economía va a mejorar. El tema es que Trump está generado unos conflictos muy grandes en cuanto a los equilibrios internos y en cuanto a las medidas comerciales contra el resto de países, como Canadá, México o China. Pero serán los americanos los que más van a sufrir por esto. Vemos que los japoneses instalaron todas las fábricas en México para abastecer a Estados Unidos; qué va a pasar ahora?.  De todos modos, creo que esto no lo va a cambiar Europa ni China, que tiene una política donde puede bancarse muchos años, en base a sus estrategias de largo plazo. Creo que el reclamo a esta política va a venir internamente. No veo otra forma.

En definitiva, se vienen tiempos apasionantes.

Hablando un poco en broma, si existiera un diablo para hacer un pacto no les pediría mucho, pero me gustaría tener 10 años menos. Esto porque creo que viene una época muy interesante, sin respuestas preexistentes, por la incertidumbre absoluta, para esas preguntas que planteas racional y sensatamente.