Mientras el foco de la comunidad dela carga y naviera estaba en definir la continuidad del mantenimiento de la vía navegable troncal; levantó cierto revuelo en el sector, la decisión de AGP – o de algún funcionario más arriba?- de incrementar el peaje..
Se trata de un rubro que normalmente no se toca – como ocurre con el de las autopistas- porque es valor dólar para los buques de bandera extrajera, que son la enorme mayoría de los que transitan la vía. Recordamos que el peaje se le cobra a la naviera y luego lo termina pagando la carga.
Ahora, luego de algunas quejas por la movida de aumentar el peaje, la intención de AGP se ha querido maquillar con la convocatoria a una audiencia pública, -por supuesto no vinculante-. Se tratará de un hecho consumado?.
La necesidad de incrementar el peaje en la vía troncal, se explicaría porque no hay plata para seguir trabajando para mantener el río, que con el dólar anclado los costos se han incrementado; que la inflación….y los argumentos de siempre.
De todos modos, esto parece algo inexplicable en la medida en que AGP – cuya acción principal, un tanto relegada es la administración de Puerto Nuevo- era una de las sociedades estatales que se decía ganaba mucha plata. Se habrá sobre dimensionado en estos últimos tiempos?.
Esta situación de apuntar a incrementar el peaje del sistema Río de la Plata/Paraná, se da al momento en que sigue sin resolverse el peaje que el gobierno argentino le quiere cobrar a la bandera paraguaya, boliviana y brasileña, por el tramo del río del norte que no entra en la concesión de la vía troncal. Al menos sise hubiera acordado esto, podría ingresar algún dólar desde ese lado. Con la nueva decisión, se gana un nuevo conflicto, ahora en el frente interno…y aquello quedó en la dulce espera.
Recordamos que AGP fue autorizada por decreto presidencial del gobierno anterior para asumir la concesión del dragado y balizamiento de las vías navegables después de casi 30 años de manejo privado y que contrató para ese trabajo a los mismos operadores privados que habían ganado la concesión en los ´90.
Al mismo tiempo, la administración actual abortó el ente “federal” que se formó con Fernández para manejar la hidrovía y que nunca llegó a operar – aunque contaba con presupuesto al menos para contratar gente- y que a poco se estuvo de que las provincias pudieran cobrar regalías por el paso de los barcos por la vía fluvial; impedido por uno de los artículos del Tratado de la Hidrovía…
Lo cierto es al asumir la concesión, AGP publicaba todos los meses el balance de su nueva operación de dragado y balizamiento, contratando a gente especializada y señalando excelentes resultados económicos y operativos.
Pero ahora parece que los resultados no son tan buenos y se habla de mucha deuda con los contratistas…y por ende el peaje debe ser retocado...Qué cambio?. Acaso no había anclaje cambiario con la anterior administración?.
A diferencia de otros tiempos, ahora está el corset de la dificultad para financiarse con la maquinita de imprimir del gobierno…Pero AGP se autofinanciaba….
Así desde los distintos intereses del ámbito privado se le vienen encima a la AGP por querer recomponer el peaje de la hidrovía, mientras los cargadores no saben de qué se trata, salvo cuando pagan la cuenta. Aunque, de todos modos, los traders y navieros no saben hasta dónde salir con los tapones de punta ante el peaje primero y la audiencia pública convocada en segundo lugar.
Algunos dicen que hay intereses privados a quienes no les interesa – ya sea por AGP o cualquier otro- que se vaya avanzando en obras, profundidades o anchos de a poco; sino que prefieren que se pare todo hasta que se concesione, pensando en ir derecho a los 40 pies y esperar que baje la tarifa, y que, con peaje privado, no haya dispersiones de los fondos para otros “menesteres”.
Extraña la idea de algunos sectores privados que prefieren ir por todo cuando saben que en la medida en que se mejora la vía – aunque sea de a poco y sin estridencias-se carga más en los buques y se necesitan menos embarcaciones para llevar y traer las cargas y por ende es menos plata que se le saca al productor.
Pero con las dilaciones de cada gobierno que, en lugar de pensar en la continuidad de los procesos, y focalizarse en el objetivo de una vía sin problemas, quiere tener una nueva idea brillante y manejar el negocio, se pasan las décadas y la profundización sigue estancada..
Para colmo, los funcionarios que van pasando, desconocen los temas y hasta que se empapan de los mecanismos, pasa el tiempo y no se hace nada; más ahora, que nadie quiere firmar un papel por temor….
Si bien los designados en el sector no deciden; tampoco se sabe qué es lo que quieren hacer los que “cortan el bacalao”, especialmente cuando tienen a los distintos sectores que les soplan al oído sobre qué acciones tomar.
En definitiva, pasa el tiempo y nadie sabe cuál es la idea concreta acerca de estos temas de parte del gobierno, que estira las definiciones, sea cuáles sean…Así con el tiempo, los trabajos que se vienen haciendo se pierden, dando lugar a especulaciones y movidas de todos lados…
Alguien desde el Gobierno debe saber qué pasará con la hidrovía pero no lo dice, el muy pícaro...
Por eso, en los tiempos en que vivimos, no sería extraño tampoco que, mañana, alguna mente brillante en lo alto del organigrama estatal, se acuerde del tema, cierre con los que tiene que cerrar, saque una resolución o decreto y ponga en marcha la licitación de la concesión privada y lo incierto se vuelve cierto y todos o no tanto... felices… Será?.