Ordenamiento interno y mejorar el flujo de acceso

18 de junio 2024

Ordenamiento interno, mejor relación con el hinterland y en ese sentido, mejorar la gestión de acceso de los camiones; son algunos de los desafíos que está encarando la nueva presidenta del Consorcio de Gestión del puerto de Quequén, Jimena López - en la foto-. Esto entre otras cosas, para apuntar al gran objetivo que es el crecimiento de los volúmenes con mejores servicios a la carga, explica la ex diputada nacional vinculada a la comisión de Transporte, y que tuvo un paso por el área específica de puertos del Ministerio.

Destaca que hay cuestiones que tienen enfoque en el corto, mediano y largo plazo. Entre las primeras están la modernización de algunas áreas internas del puerto, tanto en la gestión como en la tecnología aplicada a lo operativo en la zona primaria como en los edificios administrativos o los talleres.

Un ejemplo, es la apertura de un registro de empresas proveedoras que esté on line a través de un sistema similar a un TAD que permitirá una amplio y transparente acceso. “Se trata de varios temas que tienen que ver con la operatoria del día a día en ámbitos que son sumamente dinámicos y que exigen respuestas rápidas como la reposición o el arreglo de un equipo o una infraestructura tanto en el puerto como en obras fuera del mismo, donde interviene la rama ferroviaria”, explica.

En ese sentido, se convocó a un grupo de profesionales para hacer una evaluación externa junto a profesionales del Consorcio apuntando a una planificación estratégica compartida. “Necesitamos que los trabajadores complementen su aprendizaje sobre los procedimientos que se requieren en un puerto, cuyo desafío más grande es crecer en términos de volumen que representa crecimiento económico y en instalación de empresas. Esto quizá no está del todo internalizado, pero el conjunto como organización debe estar alineado en esos objetivos que son los más complejos para una organización como esta”, explica.

López hace hincapié en lo particular de un híbrido como el Consorcio – ente público de gestión privada- donde a veces no quedan claros algunos límites y puede no llegar a entenderse los objetivos vinculados con la producción; “esto exige generar mejores condiciones en los servicios para la comercialización internacional y llegar mejor al mundo”, explica.

Más allá de la prioridad de enfocarse en las nuevas tendencias en materia de puertos, del mayor uso de la tecnología, del cuidado del medio ambiente; el enfoque está en que las personas de la organización tengan en claro que el puerto es parte del engranaje del comercio internacional. “Son prioridades diferentes, mientras pensamos en unas, en cierta forma “ordenamos la casa”, acelerando los procesos que tienen que ver con la organización, como el reordenamiento de algunas áreas, revalorizando la carrera portuaria y apuntamos fuerte al vínculo con el hinterland y el afuera productivo y esto tiene que ver con la logística de acceso y la atención de esa producción. Todo sin detener la operatoria normal del puerto. Esto nos permite llegar afuera con otra imagen y presencia”, explica.

López resalta la ventaja de puerto Quequén en cuanto a ser el de mayor calado. Un tema clave es mejorar el tarifario y los servicios para ser competitivos frente a otros “sistemas logísticos” y para ello se apunta a generar acuerdos con otros actores. “Esta es la única forma de crecer en volúmenes”, dice la funcionaria. Y así ir mucho más allá de los 7 millones de tons. anuales. Al mismo tiempo, potenciar el puerto para que se instalen más empresas con actividad vinculadas al mismo. De allí que para López es sustancial ordenar el sistema logístico de ingreso al puerto, tanto en lo general como en lo que tiene que ver con cada terminal granelera. “El conjunto debe entender que con un sistema ordenado ganamos todos”, insiste. En ese sentido, dice que es sustancial el mejor servicio al transportista para evitar los tiempos muertos que implican dinero. Allí el tiempo de calado – la medición de la calidad del cereal arribado- es clave, más allá que todas tienen su análisis propios. También sigue siendo un problema la recorrida logística, por la necesidad de recuperar un puente que serviría específicamente al camión, hoy con un acceso muy complicado y que agrega tiempo a la operación. Sistema que la nueva gestión apunta a ordenar.

La infinidad de camiones que se acumulan en plena época de cosecha, generan una congestión donde un transportista puede estar hasta 14 horas parado y eso tiene un valor económico que encarece la logística. “Hacer un sistema competitivo no sólo tiene que ver con el Consorcio, más bien con una cuestión de ordena-miento del sistema productivo logístico agroexportador que entienda, por ejemplo, lo importante de generar el mejor servicio y medirlo en tiempos para el transportista en la playa de estacionamiento de camiones. El productor tiene muy en cuenta todo esto y allí puede decidir cuál es el mejor punto para exportar y así cerrar su operación más rápido. Por eso, el nivel de organización que se ofrece es muy importante y en eso estamos trabajando, de forma de que los actores de este complejo sistema de engranajes estemos de acuerdo”, explica.

En ese sentido, López entiende que es necesario trabajar sobre un plan estratégico “que incluya a todos los actores y que no sean estos enlatados que vienen escritos, sino construido por todos los engranajes de la actividad y allí queden relevadas las responsabilidades de cada uno, en cuanto a qué pueden aportar, negociar y mejorar”, enfatiza.

Si pensamos en la integración vertical del transporte en términos de eficiencia, advierte la funcionaria, que hay que ver si los modos son eficientes, por ejemplo, que los camiones circulen no más allá de los 400 km., un paradigma que lejos esta de cumplirse en el país. López no cree en la competencia entre puertos sino más bien en la complementación. Entiende, por ejemplo, que Bahía Blanca, puerto con el que a menudo se quiere comparar a Quequén, está a otro nivel, por los volúmenes, productos y el tipo de empresas radicadas allí. “Cada uno tiene su lugar”, insiste.

En cuanto a la necesidad o no de diversificación de carga, insiste en que el punto clave es ser competitivos en términos de tarifas. “Aquí no estamos hablando de la carga y descarga de buques sino en los distintos eslabones que implican que un productor o un inversor elija una alternativa más barata y que le de mayor rentabilidad” añade.

Cada puerto atiende su juego y hay alternativas para crecer, con distintas cargas en Quequén, dice. Más allá de los aerogeneradores en su momento, está la carga de una maltería próxima a inaugurar, o porque no los productos cárnicos de Tandil, o las papas procesadas de Balcarce. “Hay que analizar porqué no han llegado al puerto y buscar atraerlas”, dice.

Para López, hoy la infraestructura del puerto no es el desafío, más allá de que siempre se necesita invertir para modernizarla. Insiste en que el mayor desafío está en mejorar cómo se comporta cada una de las partes actoras del sistema y algunos casos que puedan ceder en pos del crecimiento. Tema que quizá no se plantee en lo inmediato, pero que habrá que discutir. “Porque para generar competencia hay que ofrecer mejores condiciones. Nuestra aspiración es ser un puerto limpio en tarifas, en servicios y en tiempo. Esa es una construcción que hay que hacer para poder crecer”, enfatiza.

Ciudad Puerto

López resalta que el puerto es una de las empresas que más genera fondos para la comunidad. Sólo en materia de logística interna mueve más de 250.000 camiones al año. “Esa es una economía en sí misma, entonces hay que poder generar las condiciones de contención de ese sector así como la relación con la ciudad”, dice.

Precisamente, le planteamos la importancia del puerto para la ciudad y que a veces no es tan valorada. “El vínculo tiene que ser flexible y abierto. El puerto tiene una responsabilidad social con la comunidad en la que se inserta, entonces no podemos estar desconociendo las situaciones que se viven afuera. No somos un mundo aparte y atendemos demandas trabajando en forma conjunta en la promoción del deporte y la cultura. En ese sentido el puerto está desarrollando un programa educativo donde muestra cómo se constituye y está situado este sistema portuario en términos de producción. Nuestros chicos y chicas aprenden los conceptos generales de la producción impartidos en la provincia de Buenos Aires. Nosotros vamos más allá y les planteamos cómo es la cadena productiva en nuestra comunidad y por ejemplo, como llegan los granos al puerto y cómo van al resto del mundo. También es una función del puerto integrarse desde la educación con los ciudadanos del partido de Necochea, sobre todo los más chicos que son los que más potencial tienen para que si el día de mañana, elijen una carrera o un oficio vinculado al quehacer portuario. Y eso no se puede pensar si no conocemos cómo funciona el sistema portuario“, explica. En definitiva, entiende que el puerto debe sentirse parte de una comunidad y trabajar con las escuelas y con los lugares de oficio para que conozcan lo que hace y produce en la economía, como es el dato que aporta el 80% del PBI a nivel local.

Programas de acompañamiento, educativos y de donaciones son formas de tener una presencia en la comunidad, dice López. Por ejemplo, el apoyo a los deportistas de alto rendimiento de la región, “lo que tiene que ver con el carácter que transmiten en relación a los valores de disciplina, constancia de trabajo y de orden que son valores que nos interesa transmitir desde el puerto”, dice.

El puerto atiende en forma directa a 105 familias y muchas más de manera indirecta, además de las vinculaciones con las escuelas e instituciones que elige el Consorcio en su programa Puerto Ciudad que apunta a validar a nivel internacional con la AIVP, organización que nuclea a 190 puertos a nivel global que trabajan en ese sentido. “Nuestra agenda está atravesada por el trabajo inclusivo con la ciudad ya sea en términos de infraestructura o en términos de potenciar talleres de gente con discapacidad y en la diversidad social”, añade. Además, trabaja con la municipalidad en proyectos específicos donde el puerto hace aportes o colabora en beneficio de la ciudadanía.

Puerto Quequén financia la instalación de equipamiento de investigación para los laboratorios de CONICET que funcionan en la sede local de la Universidad del Centro- en la foto, reunión donde se firmó acuerdo-.