En un mundo con medidas cada vez más proteccionistas, aprovechar que Brasil crece

31 de octubre 2024

La situación de Brasil como líder en Sudamérica, las relaciones comerciales internacionales y el Mercosur, el potencial de la región para aprovechar oportunidades con producción ecológica y el intercambio bilateral, son algunos puntos que tocamos con Welber Barral, asesor y socio fundador de BMJ, consultora especializada en Relaciones Gubernamentales, Comercio e inversiones Internacionales y que fuera secretario de Comercio Exterior de Brasil entre 2007 y 2011. Asimismo, se desempeñó como árbitro en la Corte Permanente de Revisión del Mercosur y en el sistema de solución de controversias de la Organización Mundial del Comercio (OMC), acumulando más de treinta años de experiencia como consultor de organismos multilaterales y empresas en América Latina. Además, actualmente es miembro del Consejo de Administración de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp) y Presidente del Instituto Brasileño de Comercio Exterior e Inversiones (IBCI).

Barral - en la foto- tiene una Maestría en Relaciones Internacionales (UFSC) y un Ph.D. en Derecho Internacional (USP). Fue Visiting Fellow en Derecho Comercial Internacional en la Universidad de Georgetown, habiendo enseñado en varias universidades de Brasil y del exterior.

Megatrade: Más allá de los pronósticos previos, Brasil va a crecer este año y esto se ve en un alza del consumo….

Welber Barral: A principios de año había pesimismo sobre la economía brasileña. Pero es una buena noticia que se prevé un crecimiento superior a 3%, con reducción de desempleo y generando un crecimiento del consumo, se ve mucho más actividad económica en general.

M: Cómo pega la inestabilidad global por los conflictos y los proteccionismos y la falta de acciones comerciales coordinadas…

W.B.: Hay dos fenómenos que estamos advirtiendo desde hace tiempo; por un lado, el crecimiento del interés por Brasil, más allá de la inversión extranjera. Esto también tiene que ver con la gran inestabilidad que existe en general en el resto del mundo y así hay más interés por Brasil, que ya es un destino tradicional de inversión. Pero al mismo tiempo, tenemos muchas demandas de medidas de protección a la industria local. Esto ha crecido mucho, especialmente para colocar o aumentar los aranceles a la importación de productos chinos.

M: Cómo cambian los roles en Brasil y Argentina, cuando cambia la política….

W.B.: Así es. Con Bolsonaro teníamos un gobierno menos proteccionista, mientras que Argentina era muy proteccionista. Ahora es al revés. En Brasil hay una mayor defensa de la industria nacional…Y a esto se agrega el interés por Brasil a partir de la gran inestabilidad internacional, con conflictos en Europa del Este, Medio Oriente, entonces algunos mercados como Brasil aparecen más atractivos.

M: Estamos en un tiempo donde se cierran los países en sí mismos?

W.B.: Lo cierto es que en materia de comercio se ven muchas medidas proteccionistas. EE.UU. por ejemplo, que luego son copiadas por Europa e incluso China, con más medidas antidumping, por ejemplo en el sector químico, también India y como dije, Brasil.

M: Cada uno hace su juego mientras el multilateralismo esta dormido…

W.B.: Veo mucha diferencia, por ejemplo con lo que ocurría hace 15 años, cuando se dio la crisis de las subprime, es que en ese momento el alineamiento y la articulación multilateral era más efectiva y concreta, con una OMC mucho más activa y teníamos un G20 que había concretado un acuerdo de no crecimiento del proteccionismo. Hoy la OMC está mucho más limitada y los foros de coordinación internacional están muy divididos por la situación de Ucrania-Rusia, China, Medio Oriente, lo que hace todo más difícil. Y esto también se refleja en las diferencias respecto al tema del cambio climático.

M: También está el debate si la globalización decae frente a los proteccionismos nacionales o regiona-les…Pero el comercio crece….

W.B.: Si se miran solamente los datos, vemos que el comercio mundial empezó a crecer el año pasado y sigue creciendo, alguno podrá decir que no mucho, otros que esta bien…La realidad es que hay un exceso de medidas de intervención, por ejemplo, en Europa contra China y viceversa y esto crea inestabilidad e inseguridad para el comercio y para la inversión e incrementa el costo de cada operación. Claro que no es el fin del mundo, pero evidentemente es un mundo más inestable respecto al pasado…

Y en estos años han aparecido neologismos respecto al comercio como hace un tiempo el “reshoring”, de movidas para que las empresas americanas vuelvan a traer sus plantas a EE.UU., el “nearshoring”, especial-mente estar cerca del mercado proveedor, que benefició a Mexico o el “friendshoring” para hacer negocios con países que participan del mismo bloque o alianza geopolítica, esto especialmente a partir de la guerra de Rusia contra Ucrania. Ahora la nueva palabra relevante es el “powershoring”, que es la descentralización de la producción hacia países que ofrecen energía limpia, segura, barata y abundante. La necesidad de energías renovables va a forzar de cambiar la producción utilizando canales más verdes.

M: Respecto a esto último, hace años se viene promoviendo el uso de energías más verdes, pero aún no están definidas las fuentes, el costo y algo que se vio a partir de la crisis en Ucrania es que Europa volvió a utilizar energía fósil. Quizá hay mucho de discurso y de los políticamente correcto….Claro que los efectos devastadores del cambio climático con casos dramáticos en algunas regiones de seca o inundaciones nos vuelve a llamar la atención….Y qué papel tiene la región frente a esta situación?

W.B.: Creo que hay tres tendencias a tomar en cuenta. Por un lado, los factores geopolíticos, que van a hacer que por mucho tiempo se dependa de combustibles fósiles. Por ejemplo, la situación de conflicto Rusia-Ucrania, ha demostrado dependencia que tiene Europa de Rusia, y, cómo dije creo que a nivel general todavía el combustible fósil estará presente, especialmente el gas. Pero al mismo tiempo, se están implementado reglas obligatorias muy fuertes respecto al medio ambiente en Europa, e incluso en Brasil referido al seguimiento de la huella de carbono. Además, están las obligaciones de las empresas para adaptarse. Quizá hace falta una coordinación internacional más rápida. Por ejemplo, quizá este año no haya avances con la COP (Cumbre Anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), pero Brasil tiene una muy fuerte expectativa para el año próximo como anfitrión.

Es verdad también que hay mucha hipocresía, respecto a estos temas. Pero también hay una reacción a nivel institucional y de la sociedad. Ahora está el tema del "greenwashing" ese discurso verde que hacen algunos y que no se compadece con lo que se hace en la realidad. Hay un caso interesante que se está dando en la corte de New York que multa a una gran empresa brasileña por prometer reducción de emisiones con una carne “más verde” y no cumplió. Es decir, hay más conciencia.

M: Brasil se ha hecho verdaderamente un país líder en Sudamérica, además de tener un crecimiento en producción, exportaciones e inversiones que ha dejado muy atrás a la Argentina. En este contexto, cómo ve la posición internacional de Brasil y la situación del Mercosur con la falta de coordinación de políticas…

W.B.: Ya se había dado con el anterior gobierno de Lula donde estaba la percepción de un Brasil que tiene que mantenerse como líder regional. Si ponemos el foco en la realidad del Mercosur vemos que hace 20 años que el bloque se quedó parado en el tiempo. Pero Brasil, tiene la intención de seguir apoyando al Mercosur, por un lado, como ejercicio de poder regional y como herramienta de estabilidad política. Quizá esperando que países como Uruguay quieran avanzar con acuerdos extrabloques…Lo cierto es que además Brasil está tratando de consolidarse como una potencia ecológica. Para el gobierno, el tema de la sustentabilidad es central y tener un liderazgo natural. Brasil no puede ser un blanco de ataques que subestiman su interés en proteger el medio ambiente.

M: Esto también facilitaría el acuerdo tan remanido y demorado con la Unión Europea, que desde Francia pone el tema del medio ambiente como limitante, cuando la región esta mejor preparada que la UE para responder con productos más ecológicos…

W.B.: Ese es un tema. Otro tema clave es que Brasil, Argentina y Uruguay tienen mucha capacidad en materia de energías renovables y minerales críticos que con nuevas tecnologías podría atraer muchas inversiones. Aquí, en mi opinión personal, veo cierta miopía en la región ya que habría que tener más coordinación en las acciones de nuestros países respecto a estos temas. Por ejemplo, Brasil esta aprobando una ley de hidrógeno que es una herramienta para la promoción de inversiones en este sector con los distintos tipos de energías, etc. Pero esto tendría que manejarse a través de una norma del Mercosur, con una clasificación común y una base Institucional y reglamentaria para atraer inversiones para toda la región. Esta falta de coordinación es una señal negativa.

M: Se ve mucho de atender la política interna, los cambios en el color político que se dan de tiempo en tiempo llevan a extremos y esa falta de coordinación, hace imposible aprovechar las oportunidades que se pueden tomar de la situación internacional….

W.B.: Es que para eso está el Mercosur, entre otras cosas para coordinar acciones frente al contexto internacional y por ejemplo, crear un mercado que sea atractivo para las inversiones.

M: Como consultoría vienen trabajando en destrabar el comercio y las inversiones para las empresas de la región. Cómo ves la situación en cuanto a un intercambio más fluido de las empresas en forma bilateral Brasil-Argentina…

W.B.: En comparación con el pasado reciente, se ve que la Argentina está menos complicado en materia de pagos al exterior, así como temas de licencias de importación y de acceso. En definitiva, la operativa de comercio exterior es mucho más previsible. Pero el comercio exterior venía bajando. Pero ahora incluso la exportación de Argentina a Brasil está creciendo y estamos trabajando con varias empresas argentinas – como partes, equipos, etc.- que están encarando inversiones y buscando distribución en Brasil, algo que se había interrumpido por las dificultades que había en la Argentina. La situación que se viene en ese sentido parece más interesante.

M: Pero tradicionalmente acceder al mercado brasileño o radicar una empresa allí no es fácil….el sistema ligado al “compre o trabajo nacional”….

W.B.: Brasil es un país algo difícil para hacer negocios, no sólo para el ingreso de empresas argentinas, sino en general. Hay algunas limitaciones por el trato nacional y además tiene un sistema impositivo muy complicado que impacta fuerte. El problema impositivo cambiará en cierta forma con la reforma que, por ejemplo, va a llevar nueve impuestos a dos en forma progresiva. También están los impuestos estaduales que confunden. La ventaja de Brasil es que tiene un mercado muy grande, aunque la inversión en marketing o distribución, no es barata respecto a la Argentina; pero en general no hay una barrera que no se pueda saltar. Claro que siempre hay algunos sectores que están más reglamentados que otros. De todos modos, vemos que hay grandes empresas argentinas, la energía es un caso, que están entrando y con proyectos de expansión en Brasil. Esperemos que esta sea una tendencia creciente.