La competitividad para exportar va mucho más allá del tipo de cambio

31 de enero 2025

Megatrade: Desde hace un tiempo se ven reclamos de algunos sectores productivos respecto al atraso del tipo de cambio, lo que le quita competitividad particularmente a la exportación – aunque a pocos le interesa la exportación pero más bien alertando sobre la posibilidad de una lluvia importadora…Un tema recurrente en las últimas décadas, que en este caso -como en otros- el Gobierno niega, esta vez mostrando una macro en vías de estabilizarse. ¿Resulta crítico el tema del tipo de cambio para la exportación o hay mucho más por resolver…?

Fernando Landa: La cuestión del tipo de cambio no es el tema más relevante al analizar la exportación. Si se ve el largo plazo, hubo un sinnúmero de veces que se apuntó a la solución de la macro con devaluaciones y el comercio exterior no hizo más que caer, o sea, con eso sólo se busca correr los problemas, más allá de que se hayan hecho correcciones del tipo de cambio, especialmente en tiempos críticos en las últimas décadas.

Creo que hay temas importantes que tenemos que enfrentar. Uno de ellos es el cepo cambiario y todas sus derivaciones. Ya lo hemos dicho reiteradamente y el propio FMI en su convenio constitutivo, dice que afecta la exportación y la inversión. Por ejemplo, en estos tiempos al crearse un ambiente favorable para la inversión en determinados sectores críticos como el RIGI, también se reconoce desde el gobierno que se necesita un ambiente distinto al actual en ciertas cuestiones y que entiende que temas como el cepo son temporales.

M: No obstante, distintos sectores y economistas, cuando se “percibe” el atraso cambiario, se concentran en ello y no parecen destacar lo hecho en estos tiempos en materia de facilitación del comercio exterior…

FL: En estos tiempos se ha avanzado en facilitación y eliminar trabas. No se puede negar y no hay que olvidarlo. Tenemos entre otros la eliminación del CEF, SIRAS, valores referenciales, restricciones a las carnes, volúmenes de equilibrio de mercados agrícolas, fideicomisos, facilitación para exportar más allá del plan gas, régimen de promoción como el Repostock, derechos de exportación cero para economías regionales o en distintas segmentos, reducción de restricciones y mejoras para poder pagar los fletes de exportación…

Creo que el Gobierno va transitando lo posible. Por ejemplo, el tema de los fletes de exportación generó mucha polémica y era posible resolverlo, más allá de que aún quedan puntos por corregir. Pero cuál era el riesgo de solucionarlo?, si se sabe que el flete se va a pagar, no es un tema de control y en cambio se facilitan las operaciones.

M: Pero aún falta para dar estabilidad a quién quiere invertir y exportar. A veces se mira la más fácil como devaluar y listo…

FL: La verdad es que se exporta si existe un horizonte; es una actividad de largo plazo que requiere de inversión y estabilidad y esa situación hoy todavía no existe del todo. Pero no hay que centrarse en el tipo de cambio. Vayamos al tema impositivo y allí tenemos la devolución del IVA, que se da fuera de tiempo y además seguimos con las restricciones impuestas en 2023. Este es un tema muy importante para las exportaciones de valor agregado, por ejemplo. Complica la falta de certidumbre y la cantidad de condiciones que se han creado. Como venimos planteado hace tiempo, no se conducen con la ley de IVA y esto hace a la competitividad, porque si se generan mejores condiciones en un sentido, por ejemplo, en materia aduanera, no puede habar situaciones que vayan en sentido contrario.

Las empresas conviven con la competencia internacional y hay un lema tradicional que es “no se tienen que exportar impuestos”. Más allá de la necesidad de debatir una reforma tributaria, hay un punto clave que es el sistema de reintegros. Recientemente ADIMRA junto a otras cámaras metalúrgicas, publicaron un trabajo donde muestras niveles impositivos en la Argentina mayores al 30%, muy superiores al resto de la región y no existen reintegros de ese nivel a la exportación. Todo este tipo de cosas se suman a los costos y a la complicación para exportar, más aún en el segmento industrial.

Otro punto, es el de los costos logísticos y portuarios que son muy altos y que hay que encarar. Por eso digo que no se trata de solucionar un tema para resolver la competitividad en la exportación. Para alcanzarla se necesitan encarar muchos elementos.

Como dije, hay temas que se tienen y se pueden resolver; desde avanzar aún más en la facilitación del comercio, la eliminación del cepo, los derechos de exportación que aún quedan, los problemas con los reintegros, las tasas municipales y provinciales, el impuesto a créditos y débitos, hasta el tema hidrovía o la facilitación de fronteras con Chile para poder tener acceso a enviar productos hacia Oriente a través de los puertos chilenos. Todo eso es competitividad, elementos que sirven, incluso para no estar hablando todo el tiempo del tipo de cambio -igual no se sabe si una mejora en ese sentido, va a resolver los problemas-. Si esperas que un tipo de cambio cubra las ineficiencias, no te va a durar. Aquí hay que atacar los problemas de competitividad. Y son los temas que vienen estando en la agenda de la CERA desde hace mucho tiempo y este año hay que seguir trabajando en ellos.

M: Sucede también que atacar estos temas es más difícil que meter una devaluación. El gobierno trabaja en desmantelar las trabas y el sector privado aplaude pero luego pide “baje impuestos”. No sea cosa que se bajen los impuestos y el sector privado -que ahora parece tener que hacerse cargo y jugar en serio y ser productivo y competitivo y no depender del Estado-, no este a la altura…

FL: Existe mucha discusión acerca de lo que es la productividad y la competitividad. Una empresa puede ser muy productiva y tener buenas condiciones en materia de costos, pero si se le carga de impuestos y trabas esas condiciones se pueden perder instantáneamente, especialmente si tiene que competir en el mundo con alguien que no tiene esas cargas. En el resto del mundo hay muchos subsidios que involucran a la producción y la exportación, eso nosotros no lo tenemos. Todo lo contrario; se ha cargado a las empresas con una presión impositiva mayor….

Y aquí vuelvo al tema de la devolución del IVA. No existe explicación para que no se pague en término y además para que no se vuelva al menos a la situación previa al 2023, cuando se generaron exigencias que sólo sirven para complicar. Hablamos de condiciones como estar al día con Impuesto a las ganancias, realizar la liquidación mandatorio de divisas; o que no se tenga incumplimientos formales y que corresponden a otros regímenes sancionatorios y que la ley de IVA no incluye, que sólo exige demostrar haber realizado la exportación. Cuál es el objetivo, controlar o demorar el pago?....

M: La respuesta es obvia….

FL: Pero de esta forma, se le carga a las empresas de un efecto financiero negativo y que pega en la competitividad y en la decisión de exportar…

M: Un punto importante que se vuelve a promover, tiene que ver con los mecanismos de facilitación de importación para los exportadores….

FL: Hay mecanismos que permiten facilitar la importación como el Repostock, un régimen que puede extenderse a más sectores que al régimen automotriz. Se hizo un gran trabajo en esta materia; hay ajustes para hacer; y es uno de los de los puntos que vemos como positivos.

No cabe duda que implementar regímenes que permitan importar con más facilidad para poder exportar, es fundamental.

M: Se sienten las mejoras en la facilitación con mayores exportaciones?

FL: Medir el impacto de solucionar algunos temas lleva un tiempo, como es el caso de liberar exportaciones de algunos sectores, o exportar más allá del Plan Gas, el pago de fletes…. Cuando te preguntan en algún ámbito político cuál es la bala de plata para una exportación creciente y sostenible, les digo que no existe, porque lamentablemente no hay una sola que resuelve todo. El gobierno va por el camino de resolver lo que puede en este contexto y en eso va transitando.

M: Con los años se repiten las palabras de los funcionarios que señalan a la exportación como el elemento clave que nos sacará del estancamiento, pero en la práctica van para otro lado.. El caso de las retenciones parece ir hacia un cambio…Pero a cuánto estamos de poder llegar a un “boom exportador”?

FL: Venimos de una crisis tan grande y hay demasiadas cosas para despejar. La última decisión de ir sacando las retenciones es una muy buena medida; es un camino deseable hacia su total eliminación. Los derechos de exportación no se cobran en ninguna otra parte. Creo que el gobierno entró en una situación donde apuntó a trabajar primero muy fuerte en la macro. En el contexto que venimos no se puede tener en un año un boom exportador. Para exportar es necesario invertir, el que trae dinero de afuera después no sabe si lo puede sacar, no se pueden girar dividendos o se hace complicado, es decir no se puede pensar con normalidad. En todos estos años, los empresarios vivieron muchas cosas fuera de la normalidad, entonces una decisión muy clara de hacer negocios con el resto del mundo, exige pensarlo mucho, porque las empresas han perdido y de hecho muchas pymes exportadoras han desaparecido. Cómo decidir si salir al mundo o no en este contexto. Insisto también, en que está la contracara de ese planteo, porque en la regla de la competencia hay que incluir todo. Si el Estado no me deja exportar sin impuestos, quizá no termino exportando y además no hay recaudación. Estamos hablando de volver a la normalidad. Esto es lo mismo que juguemos al futbol y la competencia lo hace con zapatillas y nosotros con zapatos de plomo, porque supuestamente "hay que controlar" si vas a jugar o vas a hacer otra cosa. Así pierden todos. Y no hay que olvidar que se necesita recuperar empleo y eso se genera con la exportación. Si hay un sistema que no funciona, se puede corregir, pero no estamos hablando de un subsidio el no exportar impuestos; es el rumbo que elige el resto del mundo.

En situaciones de falta de normalidad, es difícil esperar una reacción normal. Estamos en una transición. Tampoco es una cuestión de deshacer el camino en tan poco tiempo. Acá llevamos muchos años de caída de exportación. Esto significa que estamos lejos de los mercados internacionales. Se necesita un trabajo comercial de las empresas para expandir sus mercados y para eso deben estar seguras que estas reformas avanzan y no hay vuelta atrás, que mejoren ciertas condiciones, como el acceso al crédito – algo que está avanzando- y se vayan corrigiendo los costos que complican la ecuación, y como dije, allí el tema impositivo y costos logísticos son dos claves que restan competitividad. Es un trabajo que no se hace en un día.

Precisamente, cuanto al tema de costos logísticos, no quiero dejar de mencionar la concesión de la hidrovía. La elaboración de los pliegos se ha hecho sin el aporte del sector privado y así hay cosas que no se entienden. Hemos hecho un documento respecto a nuestra visión sobre el tema y que enviamos a las autoridades. Hay un punto crucial que tiene que ver con los 30 años de concesión que no nos parece razonable para una licitación de este tipo. Por ejemplo, dentro de ese horizonte va a haber cambios fundamentales en la infraestructura portuaria y de la vía navegable, por ejemplo, a partir de los compromisos de la OMI con el medio ambiente y que ponen en el tapete el tema de la justificación de las inversiones. Aquí no se puede hacer un paralelo con el RIGI, porque el que invierte con el marco del RIGI lo hace a su riesgo y los costos de los productos son volátiles y el inversor puede perder plata. En cambio, la concesión de la hidrovía es un negocio cautivo. Sin embargo, en el texto del pliego dice que el concesionario puede ajustar la tarifa para recuperar la ecuación económica, lo que habla de un riesgo empresario nulo. Por otro lado, en 30 años la volatilidad es muy grande. Pero si no se asegura la posibilidad de cambios para adecuar la vía a los tiempos puede llegar a que a 30 años se compliquen las operaciones debido a los problemas de infraestructura o medioambientales y así la salida de las exportaciones.

Creo que la licitación hay que hacerla seriamente, porque es el sector privado el que va a pagar la cuenta.

M: Si hablamos de salir al mundo, el tema de los acuerdos comerciales es fundamental. El Mercosur está en debate desde la Argentina, la CERA ha sido bastante crítica en cómo ha venido evolucionando el bloque en todos estos años….

FL: En general, hoy en el mundo los países ya tienen los acuerdos comerciales firmados que querían tener. De hecho, se vienen firmando menos acuerdos internacionales. Esto exige profundizar en negociaciones. El gobierno tiene una agenda y debiera trabajar lo mejor posible con el sector privado. En ese sentido, creo que se podría conformar una mesa de trabajo para encarar acciones en pos de conseguir mercados. Un ejemplo es la renovación de acuerdos con México que se vienen….

M: Pero por lo que se ve desde afuera no parece haber mucho movimiento en Cancillería, más allá de los recambios en los últimos tiempos…El avance en el acuerdo con la UE, el presidente con su relación personal con Trump y las declaraciones sobre un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos…

F.L.: En esta materia, lo que parece es lo que es. No se ve mucho movimiento. Esta el acuerdo con la UE que avanzó después de tanto tiempo, pero aún falta….

Con EE.UU. es un tránsito posible, pero complejo. No es solo un acuerdo de libre comercio. Si bien los aranceles que aplica EE.UU. no son tan altos, de pronto hay casos de antidumping de Argentina que no se resuelven o por ejemplo, aprobaciones fitosanitarias como el caso de los cítricos dulces que no se definen. Por otro lado, no sabemos que va a pasar con la Inflation Reduction Act, con el SGP; es decir hay muchas cosas por hacer, por ejemplo en materia de homologación regulatoria y facilitación del comercio. Pero hay incertidumbres macro, como qué va a hacer Trump en su relación con China, si va a entrar en una guerra comercial nuevamente y si habrá desviación de comercio desde otros países. Un acuerdo con Estados Unidos puede darse a partir de la política, pero que eso se convierta en un acuerdo tangible y operable es otra cosa. No hay que olvidar, además, que EE.UU. es muy proteccionista y puede poner derechos a los productos aunque tenga acuerdos, como lo hace con México. De hecho, la Argentina tiene casos en la OMC contra EE.UU. que están parados y no hay forma de resolverlos porque se llega a una instancia donde le dieron la razón a la Argentina, pero EE.UU. no cumple y el panel que tienen que definir el caso no se reúne…. por voluntad de EE.UU. Entonces, si se hace un acuerdo de libre comercio; bajo qué encuadre se van a resolver las diferencias?

M: Para cerrar. Todavía podemos subirnos al tren y crecer de una vez en materia de exportaciones?

FL: Hay países que crecieron e incluso – como el caso de China- eliminaron la pobreza con la exportación. No podemos ser China, pero si tenemos que aspirar a ser mucho más que el 0,27% del comercio internacional global.